¡OH! coma perversa y malvada.
Cómo cruel enemiga,
me persigues y me dejas desvelada.
Te me burlas, te me escapas;
te escondes tras las palabras
y a mi pluma espantas.
Intento dar en el clavo,
pero me pierdo en la prosa,
y por más que yo lo intento,
te esfumas cual mariposa.
Dama de mis penurias.
Señora de mis desvelos.
Diosa de mis paranoias,
te persigo hasta en mis sueños.
FIN
Me encanta Maria, es muy fluida...
ResponderEliminarMuchísimas gracias Anne.
ResponderEliminarBesos