Madre y señora,
en los mares dominadora.
Diosa de los alisios,
patrona de los insumisos
buscadores de otra vida
allende ultramar.
Estrella cegadora
en la noche oscura.
Guía inspiradora
en la tempestad abrumadora.
Brisa fresca que rompe
la calma chicha.
Alma en la lucha eterna
del dominio de lo inesperado.
Caricia aterciopelada
del que se cree olvidado.
Eres la paz y la cordura
que encauza la singladura.
Eres serenidad y alegría
al final de la travesía.
Eres la lágrima esperanzadora,
en los ojos del marinero que llora.
FIN
No conocía tu blog Miren!! lo pongo en favoritos y lo iré mirando, Un besote paisana, aunque yo esté lejos de Madrid, lo llevo en el alma.
ResponderEliminarGracias Merit, ya sabes que tienes la puerta abierta al Papiro para cuando quieras. Si es que como lo ibas a saber si yo tampoco lo he dicho, soy tan timidorra y me da tanto apuro jejeje. Cierto Madrid se nos mete en el alma aunque cuando estemos aquí lo llevemos mal y protestemos.
ResponderEliminarBesotes