Otra noche más
perdida entre tus brazos, sintiendo tú cálida respiración sobre mi rígida
envoltura. Tus labios susurrando palabras que acarician y despiertan mis
sentidos. Tus manos dibujando cada recoveco de mi cuerpo, manos acogedoras que
intentan modelar una epidermis fría como el hielo.
Y como cada mañana
mi despertar vacío, no puedo ver tu cara porque desapareces con la claridad del
día. Sólo las sábanas revueltas son mudos testigos de nuestro desatino.
No quiero abrir los
ojos a la realidad, sabiendo que me aguarda otro gélido día esperando tu
regreso. Soñando con volver a sentir el roce de tu piel, anhelando notar él húmedo
calor del volcán de tu aliento, que algún día conseguirá derretir esta dura
capa que me envuelve. Y lograr ensamblar esa banda sonora de rumores
sofocados, componiendo ese Acto I de
nuestra melodía particular; esa sinfonía inmortal, sin principio ni final, que
provoque la explosión del éxtasis que logrará dinamitar ese trozo de piedra
inanimada que forma mi cuerpo, y me dote de un alma enamorada que al fin pueda
depositar mi amor en ti dándome vida.
FIN
Cuanto amor se respira. Besos Miren!
ResponderEliminarAmor y sueños, muchos sueños jajaja. Mil gracias Fran.
ResponderEliminarBesos